I.I -- Los preparativos
Acto seguido se trasladó el estandarte a la galera
Llegada de Juan de Austria
«Real», donde fue izado a la una de la tarde, sien-
a Messina (24-8-1571)
do saludado por las salvas de artillería y arcabuce-
ría de la plaza y de la flota surta en el puerto.
La arribada del Capitán General al frente de 24
El 21 de agosto salía de Nápoles Juan de Austria con 24
galeras hispanas fue saludada con la salida a la mar
galeras (entre ellas claro está la «Granada» de Zavala,
de sus aliados papales y venecianos surtos en el
acompañando a su señor Luis de Requesens), arribando
puerto. A dos millas se encontraron las escuadras,
el día 24 a Messina, donde ya les esperaban el general
subiendo Colonna ­el «Lugarteniente general de
veneciano Sebastián Veniero, llegado el 23 del mes an-
la Santa Liga»­ a bordo de la galera «Real» para
terior desde Corfú, con 48 galeras y 6 galeazas, y el pon-
recibir a su superior. Formando tres columnas, con
tificio Marco Antonio Colonna con sus 12 galeras, que
la flota hispana en el centro, la pontificia a la de-
procedente de Civitavecchia acababa de arribar pocas
recha y la veneciana a la izquierda, se dirigen a
jornadas antes.
Messina, dejando paso en primer lugar a las gale-
ras que traía Don Juan. La artillería y arcabucería
En días siguientes llegaron desde Creta las 60 galeras
de las escuadras y los fuertes de la plaza respon-
venecianas que faltaban (Marco Quirini y Antonio Ca-
den con sus salvas al saludo de los cañones de la
nale), y diversos destacamentos hispanos (Juan de Car-
«Real». Mientras voltean las campanas de todas
dona, Juan Andrea Doria, y el último en llegar, el día 5,
las iglesias de la ciudad y resuenan los pífanos y
Álvaro de Bazán con 30 unidades) incluyendo los parti-
tambores de las tropas, se produce el desembarco
culares italianos a sueldo del Rey español. Quedó reuni-
del hermano de Felipe II, que recorre las calles
da por fin toda la Armada el 5 de septiembre, con unos
engalanadas con las más lujosas colgaduras y ga-
impresionantes efectivos: en total, 205-207 galeras y 6
llardetes.
galeazas, más las unidades ligeras y las naves de trans-
porte, que ascendían la suma de embarcaciones a unas
310. Las respectivas composición y procedencia ya las
La armada turca
hemos detallado con anterioridad (cfr. supra).
La lentitud de los preparativos españoles fue vista por
El hecho de que la armada turca se entretuviera confia-
algunos recelosos observadores como síntoma de un des-
damente en sus correrías y razzias durante todo el vera-
interés de Felipe II ­incluso premeditado y maquiavéli-
no, primero en Creta y luego con gran tranquilidad por
co­ por la suerte que entretanto pudieran correr las po-
la costa oriental del Adriático y las islas del Jónico (in-
sesiones venecianas en el Adriático. Lo cierto, sin em-
cluyendo el saqueo de la isla veneciana de Corfú ya en el
bargo, es que fueron enormes las dificultades logísticas
mes de septiembre), fue la causa directa que explica el
que hubieron de vencerse para procurar el abastecimiento
estado de cierta improvisación en que se hallaba esta
adecuado de una flota tan grande y una infantería tan
flota cuando el 7 de octubre se enfrente con el enemigo
numerosa. A cambio, al reunirse las fuerzas coaligadas
cristiano en Lepanto.
en Messina, fue unánime la opinión de que el contin-
Mientras tanto, en cambio, las escuadras hispánicas lle-
gente hispano estaba mucho mejor preparado que el ve-
gaban a Messina frescas y en adecuada condición, y la
neciano, cuya escuadra ­que ciertamente había estado
escuadra veneciana, ciertamente baqueteada, era conve-
operando en la mar, activa y vigilante debido a la proxi-
nientemente reforzada con ayuda hispana en esa misma
midad de la amenaza turca, mientras la Monarquía his-
ciudad a principios de septiembre.
pánica se tomaba su tiempo en terminar sus preparati-
Por el contrario, no fue hasta el 14 de este mes cuando
vos­ se presentó en muy precario estado, fuertemente
los turcos se retiraban de Corfú hacia sus bases, inician-
desgastada y con gran escasez de infantería.
do días después un acelerado ­pero tardío y precipita-
Huelga decir que el enseñoramiento turco del Adriático
do­ aprovisionamiento y refuerzo para afrontar una gi-
durante el verano de 1571 provocó el pánico en Venecia
gantesca batalla que no habían previsto.
y la indignación contra Felipe II y Don Juan por su pre-
Su idea, hasta que tuvieron conocimiento en agosto de
miosidad, mostrándose también molesto el propio Papa,
los preparativos cristianos, había sido retornar después
hasta recibir por fin, con la lógica satisfacción, la noticia
del verano a sus bases para iniciar una tranquila perma-
de la concentración de la Armada en Messina a comien-
nencia en sus cuarteles de invierno; y cuando tuvieron,
zos de septiembre (volviéndose ahora el disgusto del Pon-
en agosto, ese primer conocimiento de la formación de
tífice contra Venecia, por el mal estado en que llegaba
una Armada enemiga, tampoco se dieron la menor pri-
su escuadra). Tropas del «Rey Católico» fueron cedidas
sa en prepararse para la amenaza, empleando el tiempo
para reforzar las precarias guarniciones de las galeras vene-
todavía en operaciones como la de Corfú. Es palmario
cianas ­no sin vencer la resistencia de Veniero, que lo
su error estratégico al no tomar suficientemente en se-
consideraba humillante para el honor de Venecia­, y ya
rio los preparativos de la Santa Liga. Este exceso de con-
mejor aprestadas, pudieron al fin presentar un estado
fianza, que se repetiría a nivel táctico en el planteamien-
aceptable, aunque inferior, según juicio general, al de
to del combate de Lepanto, les sería funesto.
las galeras de Felipe II.
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