I.I -- Los preparativos
La salida de la Armada.
Messina 16-9-1571
El carácter de Cruzada que se daba a la empresa se refleja en la labor de los capellanes
embarcados a bordo de los buques, y en la llegada de un Nuncio especial, monseñor Odes-
calchi, enviado por el Pontífice para conceder a la Armada un jubileo extraordinario, la
bendición apostólica, y las indulgencias que antiguamente se otorgaban a los cruzados de
Tierra Santa.
Después de tres días de ayuno, el 7 de septiembre hubo absolución general, comunión,
procesión solemne, y para terminar se concedieron a los integrantes de la Armada el jubi-
leo, la bendición apostólica y las indulgencias otorgadas a los conquistadores del Santo
Sepulcro.
El día de la partida, monseñor Odescalchi, situado en la entrada del puerto, procedió a
bendecir cada galera que salía. En las galeras, los hombres reciben la bendición con la
cabeza descubierta y la rodilla en el suelo. El solemne desfile duró varias horas, hasta que
toda la inmensa formación hubo salido a alta mar.
Pío V, el Papa de la «Santa Liga».
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