Protagonistas de Lepanto
Alejandro Farnesio, Príncipe de Parma. Combatió en la galera Capitana de
Génova, situada al costado derecho de la «Granada» de Zavala. Será en el futu-
ro Gobernador general de los Países Bajos (1578-1592), luego de Requesens
(1573-1576), y Juan de Austria (1576-1578), los tres presentes en Lepanto; el
Gobierno de los Países Bajos va a convertirse en la misión más importante,
delicada y crítica de toda la Monarquía, y Felipe II lo encomendará sucesiva-
mente a estas tres personas de su máxima confianza, que vemos ahora comba-
tir juntos contra los turcos. Domingo de Zavala desplegaba en este sector neu-
rálgico de la Armada, junto a Farnesio, Don Juan y Requesens, todos vecinos
en un radio de seis galeras.
De izquierda a derecha, Juan de Austria (Capitán general de las escuadras hispanas , y Capitán general de la
Armada de la Santa Liga en su conjunto), Marco Antonio Colonna (general de la escuadra pontificia), y Sebastián
Veniero (general de la escuadra veneciana).
Llama la atención que Don Juan no aparezca en el centro, como le correspondía por su superioridad jerárquica,
sino en un lateral, dato indicativo de la voluntad del autor de este cuadro de dar primacía siquiera moral o simbólica
al Papado sobre los otros poderes integrantes de la Liga Santa, a pesar de que fueron estos ­Felipe II y Venecia­ los
que aportaron casi todo el potencial militar. En realidad Marco Antonio Colonna, que aparece en el centro, era el
2º jefe («Lugarteniente») de la Armada de la Santa Liga, y estaba bajo el mando supremo de Don Juan. No se
confunda la Lugartenencia de Colonna como 2º jefe de toda la Armada de la Santa Liga, formada por las tres
potencias coaligadas, con la Lugartenencia de Luis de Requesens como 2º jefe de las escuadras españolas que
formaban parte de la misma (Requesens era «Lugarteniente general de la Mar», 2º jefe de las fuerzas navales de
Felipe II en el Mediterráneo, cuyo mando correspondía también a Juan de Austria con el título de «Capitán general
de la Mar»). Inicialmente fue intención de Felipe II que Requesens fuera también el Lugarteniente de toda la
Armada aliada, pero el Papa y Venecia, para evitar un absoluto protagonismo español en el alto mando, consiguieron
que se encomendara su 2ª jefatura a Colonna, como candidato de consenso para este puesto.
Álvaro de Bazán,
Marqués de Santa Cruz.
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