1 -- Héroe en Lepanto
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Ya avanzamos anteriormente que la «ordenanza de navegación y combate» de la Armada que se había
adoptado en Messina, era sumamente precisa, porque había establecido ya rigurosamente ­para evitar
recurrir a improvisaciones de última hora, con el peligro de desorden consiguiente­ la ubicación exacta
que cada embarcación debía ocupar en el despliegue a la hora del combate, y del cual por supuesto
todas las galeras tenían conocimiento, a cumplir a rajatabla bajo severas penas en caso contrario.
En este sentido, y al igual que ocurre con las Capitanas de Spínola, de Veniero, de Don Juan, de
Requesens y de Colonna (todas ellas muy conocidas debido a la relevancia de los generales que iban a
bordo, y a las que evidentemente aluden todos los relatos del combate), sabemos que la galera de Zavala
también ocupa efectivamente, en Lepanto, el puesto que tenía previsto en la formación de batalla.
Como se recoge en el Apéndice I, el propio Juan de Austria declaró haber sido testigo directo, «por
cierta ciencia y vista ocular», del comportamiento de Domingo de Zavala en su galera «Granada»
durante el combate, lo cual sólo pudo ser así si el buque de Zavala desplegaba en el lugar que tenía
asignado, muy próximo a la galera «Real».
La ubicación de la «Granada» era ciertamente privilegiada, pero resulta absolutamente lógica teniendo
en cuenta que se trataba de la «patrona» (segundo buque) del Comendador Mayor Luis de Requesens,
donde iba embarcado el resto del séquito de éste que no cabía en su Capitana. Igual sucedía con otra
galera también muy próxima, la «Patrona Real», que acogía a la parte del séquito de Juan de Austria no
embarcada en la cercana galera «Real»; y es que, como era norma habitual, los caballeros y servidores
deudos de su señor ­en este caso, de Requesens­ tenían la especial responsabilidad y el honor de
combatir cerca de él, se esperaba que con especial interés y ahínco.
Ya avanzamos con anterioridad que la «Granada» procedía orgánicamente de la escuadra de galeras «de
España», la única propiamente española de las diversas escuadras al servicio del Rey Felipe II. No debe
confundirse su origen orgánico «de España», con su asignación operativa durante la campaña de Le-
panto a la escuadra central o «batalla», de las cuatro en que se dividió la formación de la Armada de la
Santa Liga.
De la escuadra «de España» provenían las siguientes 13 galeras presentes en Lepanto:
- la galera «Real» de Juan de Austria y su 2º buque la Patrona Real, la Capitana del Comendador Mayor
Luis de Requesens y su 2º buque o patrona (la «Granada»), la Capitana de Gil de Andrade («La Andra-
da»), «La Rocafulla», la «San Francisco», «La Mendoza», «La Higuera», «La Luna» ­que combatieron
en el cuerpo «de batalla»­,
- «La Griega», «La Ocasión», y la Capitana de Vázquez ­que lo hicieron en el grupo de reserva­.
(Conviene advertir que en Lepanto hubo buques de diferentes orígenes que coincidían en llevar el
mismo nombre: por ejemplo, había otra galera llamada «La Luna» que procedía de la escuadra de
Nápoles).
En cuanto a Requesens, no hay coincidencia sobre si participó en el combate en su Capitana, o si asistió
al mismo embarcado en la galera «Real» junto a Juan de Austria, dejando su Capitana al mando de
Alexandre de Torrelles. Sin embargo, según las fuentes más concretas, Requesens inició la lucha en su
Capitana y pasó más tarde a la «Real». En su Capitana, donde recordemos iba el grupo principal de su
séquito, pelearon «muchos caballeros principales así castellanos como catalanes con el Capitán de ella
Alejandro Torrellas»; fue esta galera la que capturó a la turca donde iban los hijos de Alí Bajá, de 17 y 13
años, a quienes su padre quería iniciar en la guerra naval, y que fueron apresados con vida (no fue el
caso de su padre, que murió en su duelo directo con la «Real» de Juan de Austria).
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Conviene advertir que el orden de la Armada descrito por Aparici (1847, pp. 7-21) no corresponde a la Armada del
año 1571 ­como erróneamente figura­, sino a la expedición del año 1572, equivocación que ya fue advertida por
Rosell (1853, p. 87), Fernández Duro (1896, p. 176) y Sola (1947, p. 369) y que se hace evidente si se analizan los
datos que ofrece ­para empezar, el propio lugar y fecha, Legumínicas 9 de septiembre (en la campaña de 1571, ese
día la Armada no había salido siquiera de Messina, mientras que en la de 1572 efectivamente se hallaba ese día en
aquella bahía de la costa griega), así como la propia composición de la Armada, que no coincide con la de Lepanto­
. Sin embargo, este orden de la Armada equivocadamente fechado por Aparici ha llevado a error a algún autor
reciente, como es el caso de Muñoz Bolaños (2003, pp. 46-47).Por cierto, en dicha expedición del año 1572 ­que
no tuvo trascendencia­ aparece también la galera «Granada», al mando del capitán marítimo Antonio de Echeva-
rría. Avancemos que en esta campaña de 1572 ya no intervinieron Luis de Requesens ni su servidor Domingo de
Zavala, que se hallaban en Milán como Gobernador general y como su secretario, respectivamente.
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