1.2. En el lugar decisivo del combate
Notas
1
Parker (1985), p. 337.
fueron propuestas por parte española, siendo rechazada
2
Conviene matizar, en la línea de lo ya apuntado, que utili-
tajantemente por los venecianos.
zamos la expresión «hispanas» o «hispánicas» para referir-
nos a todas las fuerzas de la «Monarquía Católica» encabe-
13
March (1944), pp. 19, 52.
zada por Felipe II ­incluyendo, por tanto, las de Nápoles
14
Se trataba del consejo asesor español, en su versión restrin-
y Sicilia, súbditas del Rey, y las de Juan Andrea Doria, a
gida o «particular», formado por Luis de Requesens, Juan
sueldo­; dentro de ellas, como uno de sus componentes,
Andrea Doria, Álvaro de Bazán y Juan de Cardona, y al
estarían las fuerzas que denominamos propiamente «espa-
que Felipe II había confiado poderosas atribuciones sobre
ñolas».
la persona de Don Juan (especialmente a Requesens), como
3
Sola (1947), pp. 70-76; Serrano (1971), pp. 40-46.
ya sabemos.
4
Sola (1947), pp. 78-79; Bicheno (2005), pp. 213, 220.
15
El consejo general de la Liga antes mencionado.
Una copia en latín y transcripción al castellano de las Ca-
16
Se refiere Requesens al protagonismo que respetuosamen-
pitulaciones de la Santa Liga entre el Santo Padre, el Rey
te daba en todo momento a Don Juan, hermano del Rey.
Católico y la República de Venecia (Roma 25-5-1571), en
Rosell (1853), pp. 180-194.
17
March (1944), pp. 18-21.
5
Rosell (1853), p. 193.
18
Bicheno (2005), pp. 256-258; Sola (1947), pp. 235-236;
Serrano (1971), pp. 122-123.
6
March (1944), pp. 22, 29; Sola (1947), p. 174; Serrano
(1971), p. 62; Bicheno (2005), pp. 239-240.
19
En similar sentido se manifiesta la «Relación de lo que
hizo la armada de la Liga cristiana desde el 30 de Setiem-
7
Bicheno (2005), p. 240.
bre de 1571 años hasta 10 de Octubre después de la victo-
8
March (1944), pp. 23-25; tenor literal en Borràs (1971),
ria que hubo a los 7 de este de la armada del Turco» (reco-
pp. 13-14. Otros detalles al respecto, en March (1943/A),
gida en Aparici, 1847, p. 38, y Gárate, 1971, p. 260):
pp. 64-66.
«llevaban entendido [los mandos de la flota cristiana] que
9
la armada del Turco era de mucho menos número que la
Borràs (1971), p. 24.
nuestra, creyendo que el corsario Alocchiali [Aluch Alí]
10
Rosell (1853), p. 94; Fernández Duro (1896), p. 153; Sola
era ido la buelta de Levante con 60 galeras como se había
(1947), pp. 198-199, 231, 234, 242; Carrero (1971), pp.
dicho y escrito por muy cierto».
121-122, 148; Martínez-Hidalgo (1971/A), pp. 18, 23;
Beeching (1984), p. 195; Muñoz Bolañós (2003), p. 52;
20
Fanfarria, fanfarronada. Crítica directa a la propuesta de
Bicheno (2005), p. 256. Respecto al reconocimiento de
Bazán ­que fue la aceptada­ de ir a la boca del golfo, retar
Samos, tanto Sola como Bicheno afirman que fue erróneo
a los turcos, esperarle dos horas, y si no salía, despedirse
en su apreciación ­entre otras razones, por la ausencia de
con unas sonoras descargas de artillería y arcabucería en
la escuadra de reserva de Bazán, que todavía no había lle-
gesto de desprecio.
gado a este puerto­; mientras que en cambio la «Relación
21
Rosell (1853), p. 91.
de los sucesos de la Armada de la Santa Liga» del 16 de
septiembre al 29 de octubre, escrita por el franciscano
22
Sola (1947), pp. 224-225.
Miguel Serviá confesor de Don Juan de Austria, señala
23
Fernández Duro (1896), pp. 152-153; Sola (1947), pp.
que al capturar e interrogar a un turco el día 6, los mandos
231, 242; Beeching (1984), p. 197; Bicheno (2005), p.
cristianos se enteraron de la infiltración realizada por «Ca-
256.
rahoja» (Kara Khodja) y de que los datos obtenidos por
este fueron 220 galeras y 6 galeazas ­es decir, muy próxi-
24
Sola (1947), pp. 230-232; Bicheno (2005), p. 255.
mos y ligeramente superiores a la realidad­ (Gárate 1971,
25
Sola (1947), p. 236.
p. 246. Serrano, 1971, pp. 121-122, se inclina por este
26
relato). Bicheno (2005, pp. 230, 236, 318) menciona otra
«Relación de lo que hizo la armada de la Liga cristiana
inspección de Kara Khodja, esta vez diurna (camuflada de
desde el 30 de Setiembre de 1571 años hasta 10 de Octu-
negro para sus incursiones nocturnas, su embarcación se
bre después de la victoria que hubo a los 7 de este de la
confundía con las galeras de Colonna pintadas del mismo
armada del Turco», en Aparici (1847), p. 33, y Gárate
color debido al fallecimiento de su hija), en Messina el 10
(1971), pp. 256-257.
de septiembre, cuya estimación se había acercado sorpren-
27
Se refiere a dos galeras venecianas de la escuadra de reserva
dentemente mucho a los efectivos reales de la Armada.
que se sumaron a Veniero en el momento culminante de
Las técnicas utilizadas para estos arriesgados reconocimien-
la lucha, cuando Álvaro de Bazán llegó en socorro de Don
tos incluían el camuflaje negro y con insignias cristianas
Juan. Se situaron a los flancos del apurado Veniero, y am-
de las galeras incursoras, o el embarque en pesqueros grie-
bas (llamadas «Dos Manos» y «Columna») resultaron hun-
gos.
didas, muriendo sus capitanes (Giovanni Loredano y Ca-
11
Serrano (1971), p. 100.
tarino Malipiero).
12
Esta idea, que Serrano (1971, pp. 96-97) considera de
28
Francesco María della Rovere. Iba embarcado en la Capi-
efectos más duraderos, ya que podría cerrar a los turcos el
tana del Ducado de Saboya, situada a la derecha de la Ca-
acceso al Adriático y a Italia, fue una de las varias que
pitana de Su Santidad.
73
Z