1 -- Héroe en Lepanto
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mostraron saliendo a su encuentro­. Además, aunque es
Citado por Sola (1947), pp. 277-278.
cierto que Uluch Alí penetró hábilmente por la espalda de
30
Más detalles en el Apéndice I.
Doria, era esta una maniobra que le exponía al contraata-
31
Bicheno (2005), p. 233; Serrano (1971), pp. 142, 146.
que del propio Doria cuando este girara a su vez, como en
efecto ocurrió; Uluch Alí se ponía, así, en peligro de ser
32
Carrero (1971), p. 131.
cercado, y cuando Doria pudo completar su giro y subir
33
Carta fechada en Pisa el 1 de agosto.
hacia el norte, efectivamente el genovés fue atacando a sus
galeras por la retaguardia o por el flanco, por lo que no le
34
Estas críticas serían aireadas en especial por sus viejos riva-
quedó al berberisco más remedio que emprender la huida.
les venecianos, que mantenían con el genovés Doria un
Por tanto, puede señalarse que el tan celebrado giro de
enconado aborrecimiento mutuo.
Uluch Alí por la espalda de Doria fue una maniobra de
35
Rosell (1853, p. 120), o más recientemente Bennassar
gran destreza y habilidad marinera pero, en realidad, un
(2000, pp. 125-129), Muñoz Bolaños (2003, pp. 59,
error táctico; hizo el mayor daño, sí, que recibieron las
68-71, 76-77) y Bicheno (2005, pp. 262-264), han rei-
fuerzas cristianas durante toda la batalla, pero a cambio
vindicado, con todo acierto y justicia, esta aportación de-
provocó que la mayor parte de su escuadra fuera destrui-
cisiva de Doria a la victoria. Los mencionados autores se
da, agravando todavía más las dimensiones de la catástro-
han percatado de la evidencia ­extrañamente obviada a
fe otomana.
menudo­ de que si al principio de la batalla Doria, en vez
37
Bicheno (2005), pp. 233-234; Bennassar (2000), p. 129.
de dirigirse hacia el sur como hizo, hubiera ido a buscar el
choque con Uluch Alí ­que prácticamente le duplicaba
38
En García Hernán (1999, pp. 28-29) se mencionan dos
en número­, se hubiera encontrado con todas las posibili-
hospitales, el de la Anunciación en Génova, y el del cole-
dades de haber sido desbordado y cercado, y con él toda la
gio de los jesuitas en Messina, gobernado por los padres
Armada, amén de que flanqueándole por uno u otro lado,
Diego Suárez y Jerónimo Doménech. Fuentes italianas
una parte de la escuadra del berberisco hubiera encontra-
señalan que Cervantes fue atendido en el «Grande Ospe-
do camino libre para atacar al centro cristiano por su lugar
dale» u «Ospedale Maggiore» («hospital grande» o «ma-
más vulnerable, la retaguardia. Es importante hacer hin-
yor») de la ciudad.
capié en este punto porque se trata de un aspecto crucial
39
Serrano (1971), pp. 184-185.
de la batalla de Lepanto. Doria jugó las cartas que le toca-
ron ­que eran francamente malas, muchísimo peores que
40
La Corte de Madrid desconocía todavía la victoria que
las de Barbarigo al norte y Don Juan en el centro­ con la
acababa de obtenerse. No obstante, el Rey adelantaba su
máxima inteligencia y evitó a la Armada una lucha más
intención de llevar a Requesens a Milán en cuanto termi-
reñida y costosa, y de resultados más inciertos.
nara la campaña naval. El nombramiento oficial fue des-
36
Recordemos que la formación de Uluch Alí (muy superior
pachado con fecha 4 de diciembre.
en número) era bastante más larga que la del genovés, lo
41
Carta a Juan de Austria, Roma 14-12-1571 (Rosell 1853,
que para el berberisco era una ventaja evidente. Sin em-
p. 207).
bargo, no pudo aprovecharla más que para la maniobra
descrita, muy hábil, pero insuficiente. Puede decirse que
42
March (1944), p. 16.
Uluch Alí ganó una baza a Doria pero cuando este ya le
43
Mantuvo también una extensa entrevista personal con el
había ganado la partida táctica principal ­no permitir el
Pontífice para «dos cosas: la una sacar al Papa lo que tenía
envolvimiento del ala derecha de la Armada­. El contro-
en el pecho en esta materia, y la otra echalle en la oreja las
vertido marino genovés no estuvo tan descaminado como
razones que ay para lo que de parte de V.M. se puede pre-
algunos pretendieron (no estuvo entre estos, por cierto,
tender, sin mostrar que estemos hasta agora resolutos en
Luis de Requesens, uno de los presentes en la liza que sa-
ninguna opinión. Su Sanctidad estuvo recatado en no
lieron en defensa de la conducta de Doria).
mostrar la suya (...)». Carta al Rey, Roma 12-12-1571
Por otra parte, para cuando Uluch Alí se percató de que
(Rosell 1853, p. 219).
no podría doblar a Doria por el sur, y resolvió hacer el
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27-5-1575. (IVDJ, Envío 68, caja 92,238). (Cfr. Apén-
mencionado giro hacia el norte, estaba ya muy lejos del
dice III).
centro de la batalla, y su entrada en combate fue ya dema-
45
BZ / FA, 76, GD. 4, D. 120. (Cfr. Apéndice VIII).
siado tardía ­como Bazán y el propio Juan de Austria de-
74 Z