de Lepanto), pura y simplemente porque esta medida
Farnesio dispuso de más tiempo que Requesens, y, tam-
iba a permitirle salir del tormento que para él suponía el
bién, de más medios económicos ­gracias, entre otras
cargo ­algo sobre lo que también insistió, una y otra
cosas, a las treguas existentes en el Mediterráneo entre
vez, a su fiel comisionado Zavala en la Corte­. Desgra-
España y el Imperio turco, precisamente desde 1578­.
ciadamente, una repentina muerte no le dio tiempo a
Su mandato hizo realidad la aspiración que, como mal
disfrutar de esta última satisfacción.
menor (ya que la continuidad de la guerra con los rebel-
des protestantes era inevitable), persiguió Luis de Re-
quesens: ganarse, con una política acertada, a la pobla-
El mandato de Farnesio
ción católica para una cooperación activa con la causa
de Felipe II, y consolidar así el dominio del Monarca
Hay que reconocer a Requesens, no obstante todo lo
sobre la zona sur de los Países Bajos.
anterior, que su línea político-militar marcó un prece-
dente de la ­hasta cierto punto­ exitosa gestión de Ale-
Después de todo, la actual Bélgica (cuyos territorios for-
jandro Farnesio, Príncipe de Parma, futuro Gobernador
maban parte, junto a Luxemburgo y la actual franja fron-
general de los Países Bajos en 1578-1592. Este último,
teriza francesa ­el Artois, el Hainaut francés y otras co-
recordemos, compañero muy próximo de nuestro Do-
marcas­, de estos Países Bajos católicos) debe su exis-
mingo de Zavala en la jornada de Lepanto (Farnesio
tencia a esta línea política de concurrencia entre la Co-
combatió a bordo de la galera Capitana de la República
rona hispánica y la población católica local. Dicha lí-
de Génova, situada al costado derecho de la «Granada»
nea, en fin, no podía poner fin al conflicto religioso con
de Zavala).
las Provincias protestantes y rebeldes del norte ­la inter-
minable guerra que tan ruinosa resultó para la Monar-
En acertado resumen de Barado,42 «creía [Requesens]
quía hispana­, pero al menos salvó para la causa
que era necesario atraerse al país, sobre todo buscar apoyo
hispano-católica las Provincias del sur.
en los elementos leales del mismo, exasperados por los
procedimientos del Duque de Alba y las demasías de los
soldados. Opinaba que había que dividir para vencer,
sistema que aplicó luego con sumo acierto Alejandro
Farnesio».
Paisajes invernales de los Países Bajos.
Detalles de cuadros de Bruegel, 1565.
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