II -- De Amberes a Madrid
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Requesens se había ya anticipado a la propuesta de Joachim Hopperus al respecto).
Zavala debía instar al respecto al Rey y sus consejeros, y sondear qué había en concreto
del posible envío de Juan de Austria ­a la sazón destinado en Italia­ para Flandes, que se
estaba tratando en la Corte.
Requesens a Zavala (sin fecha):
«Descargarme de lo de aquí y que viniese el señor don Juan, con los [Tercios] españo-
les de Italia, sería el último remedio para estos estados y el que yo deseo para mi
quietud y contentamiento».
Idem (22-11-1575):
«(...) el salir de aquí en lo cual habéis de insistir tanto que este es el principal negocio,
en que me va vida, honra y alma (que es lo que hace al caso), y va ahí tan despacio la
resolución en esto y en todo, que temo que ninguna ha de llegar a tiempo. Pero vos
dad gritos como lo hacéis (...)».
«Vuestra venida (...) se ha de diferir por ahora hasta que se acaben las dos cosas [el
relevo en el cargo y la provisión de dinero] que os he dicho, o yo me acabe primero
aquí que será lo más cierto».
«Aunque todavía tengo esperanza en Dios, me habéis de sacar de aquí para que muera
sin esta carga».
En esta carta del 22 de noviembre, Requesens hacía ­hasta por cuatro veces­ profética
alusión a su próxima muerte en el cargo, que efectivamente tendría lugar el 5 de marzo,
tres meses después. Y, como también se apuntaba en esas líneas, efectivamente la comi-
sión de Zavala en Madrid no terminaría por la obtención de los objetivos propuestos,
sino pura y simplemente por el fallecimiento del Comendador Mayor.
Idem (18-12-1575):
«Y el principal negocio en que habéis de apretar, además de la provisión [de dinero]
para que lo de aquí no se caiga tan aprisa, es por mi licencia, que cuando las dificulta-
des y trabajos no me apretaran, lo hace tanto la falta de salud, que al servicio del Rey
conviene mucho poner esto en manos de quien tenga fuerzas para llevarlo, y si yo
muero con esta carga (como está tan cerca) moriré desesperado. (...) así que os torno
a pedir que en esto apretéis».
Idem (22-12-1575):
«Y no podría encareceros el extremo penoso de necesidad con que quedo, conforme a
la cual es la falta de salud y el deseo de morir sin esta carga, de que os pido procuréis
sacarme».
Zavala al Comendador Mayor (28-12-1575), sobre su reciente audiencia con el Rey:
«Y con esto representále [Zavala a Su Majestad] (...) lo que esos Países desean mudan-
za de Gobierno y que si no es con ella no puede Vuestra Excelencia cobrar la salud que
tiene perdida, y que este es uno de los remedios más importantes y verdaderos para la
quietud de esos países».
El Monarca no se comprometió en ningún sentido, y se limitó a manifestar, con pala-
bras amables para el Comendador Mayor, que en lo de la mudanza de Gobierno se haría
lo que conviniese.
El 6-2-1576, un mes antes del fallecimiento de Requesens en Bruselas, Domingo de
Zavala seguía presentando al Rey ­por mediación de su Secretario particular Mateo
Vázquez­ la crítica situación de su señor, que Vázquez resumía al Monarca como la «de
hombre que se halla muy falto de salud y de contentamiento». Al día siguiente, Felipe II
se reducía a contestar a su Secretario «hermosamente aprieta el Comendador lo de su
licencia y en terrible tiempo», sin avanzar ninguna resolución en concreto.
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