3.1. Su nacimiento y orígenes
Volviendo al documento de 1597, uno de aquellos in-
das de esta tierra, y sabe que el abuelo paterno del pre-
quilinos del caserío declara tener constancia de que Juan
tendiente ha tenido oficios de justicia en esta villa, a que
Martínez de Arramendía, abuelo de Domingo de Zava-
no son admitidos sino los que son hijosdalgo».
la, había sido dueño de esta casa solar.
Es decir, que los antepasados de Don Martín habían
De todo lo anterior, en fin, cabe deducir que el caserío
participado en las Juntas Generales de la Provincia
(la «casa solar de Zavala») estaba arrendado, y que los
­como representantes de Villafranca, se entiende­, y que
padres de Domingo residían en la casa de la calle de la
Domingo Martínez de Arramendía (el padre de nuestro
Iglesia, donde habría nacido nuestro protagonista. Algo
Don Domingo) había ejercido cargos municipales en la
lógico, por otra parte, si se tiene en cuenta los oficios
villa.
que ­como vamos a ver­ desempeñó su progenitor, y
Tenemos una confirmación de ello, en la renovación del
que requerían una presencia física en el núcleo urbano.
concejo el año 1544, efectuada según costumbre el día
29 de septiembre, con la presencia del regidor saliente
Oficios y actividad pública paterna
Domingo Martínez de Arramendía11 ­el padre de nues-
tro Don Domingo, entendemos.
La ya mencionada partida de bautismo de Domingo de
Echegaray y Múgica nos ofrecen una relación de los Al-
Zavala (21-11-1535) nos informa del oficio que ejercía
caldes de la villa, aunque muy fragmentaria.12 De todas
su padre, al menos en el momento en que tuvo lugar
formas, podemos extraer un dato de interés: uno de los
dicho bautizo: barbero.
pocos Alcaldes que conocemos hasta 1536, es Juan Mar-
Recordemos que el quehacer de barbero, además del ra-
tínez de Arramendía (año 1524), el cual ­pensamos, en
surado, llevaba aparejadas las funciones de sangrador y
buena lógica­ es el abuelo de nuestro biografiado.
­a un nivel elemental­ cirujano. Los médicos y los ciru-
Podemos concluir, por tanto, que nuestro Domingo de
janos propiamente dichos eran comparativamente muy
Zavala procedía de una familia de modestos hidalgos y
escasos, no así los barberos, en quienes recaían la fun-
«vecinos concejantes» de Villafranca, es decir, con el su-
ción sangradora y la primera ­y a menudo única­ aten-
ficiente nivel socioeconómico y cultural para nutrir ha-
ción quirúrgica (no sólo en la vida civil, sino también,
bitualmente las filas del concejo, y afincada en el casco
por otro ejemplo, en la milicia, donde cada compañía
urbano de la villa para el desempeño de oficios no agra-
de los Tercios tenía su barbero,8 así como cada galera de
rios, como pueden ser el de barbero (1535) y el de escri-
las escuadras del Rey). «Los remedios nos pueden pare-
bano (1540).
cer rudimentarios, pero eran los que todo el mundo usa-
ba entonces. Las purgas y las sangrías tenían carácter
El desempeño que hemos visto de empleos concejiles
universal» (Quatrefages). Barberos, curanderos y coma-
(Alcaldes, regidores, escribano Fiel) y de otros oficios
dronas se repartían así las atenciones sanitarias ­a partir
públicos (escribano Numeral) da a entender que poseían
de unos conocimientos pura y exclusivamente empíri-
los suficientes conocimientos del idioma castellano, y
cos­ de la gran mayoría de la población.
que sabían leer y escribir en esta lengua administrativa y
de las elites, absolutamente necesaria para mantener la
Además de este dato del año 1535 sobre el oficio de
debida interrelación con los tribunales superiores y de-
barbero, tenemos una información cinco años posterior
más organismos del Reino (el omnipresente Corregi-
(1540) que señala que en este momento Domingo Mar-
dor,13 la Chancillería de Valladolid, el Consejo de Casti-
tínez de Arramendía ­es lógico pensar que se trate de la
misma persona­ era «Escribano de S.M. e de los del
lla en Madrid, etc), dado que la intervención legislativa,
Número de dicha Villa [Villafranca] y Escribano fiel de
administrativa y judicial de los órganos Regios en el fun-
ella». Con estas palabras aparece refiriéndose a sí mismo
cionamiento de la sociedad guipuzcoana, también a ni-
el propio interesado, encabezando el documento de
vel municipal, era constante y no vamos a descubrirla
29-9-1540 ­referido a la renovación anual del ayunta-
ahora aquí; de ahí que toda la documentación pública
miento­ que recogen Echegaray y Múgica en su mono-
generada por la propia Provincia, por los concejos, y
grafía sobre la historia de Villafranca.9
por los escribanos, fuera redactada en castellano.
Es plausible concluir que ambos «Domingo Martínez
Unos conocimientos lingüísticos, en fin, que no eran ni
de Arramendía» que aparecen documentados en la mis-
mucho menos un hecho mayoritario en la Guipúzcoa
ma época en Villafranca, el barbero de 1535 y el escri-
de la época (mayoritariamente unilingüe y analfabeta),
bano de 1540, eran verosílmente la misma persona, aun-
evidentemente; ello confería, en fin, a las minorías alfa-
que no tengamos la confirmación que nos dé la absolu-
betizadas y castellanoparlantes ­como es el caso que aquí
ta certeza.
tratamos­ un fuerte prestigio social, y claro está, una
lógica posición de preeminencia en la gestión de la cosa
Por otra parte, uno de los testigos interrogados en el
pública, y en la intermediación entre la sociedad local y
expediente de prueba para el ingreso de Martín de Za-
vala en la orden de Santiago (1600),10 señala que los
las instancias superiores encargadas de resolver finalmen-
te toda suerte de juicios criminales, pleitos entre parti-
padres y abuelos del pretendiente (el citado Martín)
culares, reclamaciones contra actuaciones administrati-
«como tales [hijosdalgo] ha visto este testigo que han
vas, etc.
sido admitidos a las juntas de hijosdalgo en las levanta-
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