3.2. En la estela de Luis de Requesens
nes de vigilancia anticorsaria, al frente de su escuadrilla
bro de los Consejos de Estado y Guerra aunque su de-
de 2 ó 3 galeras. Renunció al cargo en 1556 debido a
signación para sucesivos cargos fuera de la Península,
sus enfrentamientos con Bernardino de Mendoza, Ca-
haría que apenas llegara a tomar participar en sus sesio-
pitán General de la escuadra de galeras «de España».
nes. Recibió asimismo la promesa del Rey de que a la
muerte de Don Luis, en reconocimiento de sus servi-
Entre 1556 y 1563, se ocupó de su familia y patrimonio
cios, sería su hijo Juan nombrado Comendador Mayor
(Barcelona) y de la Encomienda Mayor de Castilla (Vi-
de Castilla continuando así la senda de su padre y de su
llarejo de Salvanés). Dicha Encomienda tenía posesio-
abuelo.
nes en diversos pueblos del área de Madrid y del Campo
de Montiel (Ciudad Real). Señalemos, por otra parte,
Después de su citado nombramiento naval (22 de mar-
que los Requesens-Zúñiga seguían en buenas relaciones
zo), salió Requesens hacia Villarejo de Salvanés y de allí
con sus primos castellanos, los Zúñiga-Avellaneda de
por fin hacia Cartagena, donde se ocupó de los prepara-
los condes de Miranda.
tivos logísticos de la armada antes de la llegada de Juan
de Austria (30 de mayo) y su embarque para dar inicio a
la campaña (4 de junio). Recordemos que esta misma
Embajador en Roma
labor previa, y poco visible, de Don Luis se dará de for-
ma muy similar en 1571 en Barcelona, con ocasión de
En septiembre de 1563 Don Luis pasó a Roma como
los preparativos de las escuadras hispanas en la Ciudad
embajador de Felipe II ante el Papa, cargo desde el que
Condal para la campaña de la Santa Liga.
influiría notablemente en la elección de Pío V como
nuevo Pontífice, que fue considerada, tanto por Reque-
Al igual que sucedería también en la campaña de Le-
sens como por el Rey, muy conveniente y positiva para
panto (1571), en 1568 le fueron asignadas personalmen-
los intereses españoles (enero de 1566).
te a Requesens dos galeras para su séquito, compuesto
esencialmente de caballeros catalanes (con los ya cono-
Si ya con anterioridad disfrutaba el Comendador Ma-
cidos Alexandre de Torrelles y Guillem de Sant Climent
yor de la amistad y la confianza del Rey, su excelente
a la cabeza). ¿Se hallaba Domingo de Zavala en este sé-
ejercicio diplomático en este puesto crucial, sorteando
quito?. A la luz del ya mencionado dato de Parker, que
con éxito la oposición de la diplomacia francesa y de los
sitúa a Zavala como secretario particular de Requesens
cardenales profranceses, le granjearía la más alta opinión
en 1568-1571, cabría pensar que sí, aunque a falta de
del Monarca cara a nuevas empresas. Por cierto que,
evidencias concretas, la cuestión queda en la penum-
debido a la inclinación del anterior Papa Pío IV por los
bra.14
franceses, Requesens en agosto de 1564 y como señal de
protesta abandonó Roma y residió entre Génova y Luc-
La armada, compuesta de unas 30 galeras, salió de Car-
ca (Toscana) hasta la muerte de este Pontífice en di-
tagena el 4 de junio, acompañada del brillante festejo y
ciembre de 1565.11
la ruidosa celebración de campanas, salvas y música como
era costumbre. Empezaron así a navegar juntos Juan de
Requesens mantendría unas buenas relaciones con el
Austria y Luis de Requesens, patrullando entre el Puer-
nuevo Papa Pío V ­recordemos, el Pontífice impulsor
to de Santa María y las Baleares, y cruzando hasta las
de la «Santa Liga» de 1571 contra los turcos­, que pro-
posiciones españolas en el norte de África (el Peñón de
seguiría luego su hermano Juan de Zúñiga y Requesens,
Vélez de la Gomera, Orán y Mazalquivir ­actual
sustituto de Don Luis en el mismo cargo (1568).
Mers-el-Kébir).
No tenemos ningún indicio de que Domingo de Zavala
Esta primera expedición de vigilancia anticorsaria ter-
estuviera junto al Comendador Mayor durante su em-
minaría con la marcha de Don Juan a Madrid y de Don
bajada en Roma; su nombre tampoco aparece en algu-
Luis con la flota a Roma, en misión diplomática ante el
nos datos de que se dispone, siquiera parciales, sobre los
Papa. Habiendo mandado a la armada de vuelta a Espa-
integrantes de dicho séquito.12
ña para invernar ­salvo las dos galeras a su servicio, que
permanecieron en Civitavecchia­, la estancia del Co-
Lugarteniente general de la Mar
mendador Mayor en la capital pontificia, acompañado
de su hermano Juan de Zúñiga, el embajador, se pro-
Ya hicimos alusión en el epígrafe 1.1. al nombramiento
longó desde el 20-9-1568 hasta 23-3-1569.
de Requesens en marzo de 1568 como «Lugarteniente
general de la Mar»,13 jefe de las escuadras hispanas
Campaña contra los moriscos
del Mediterráneo, y principal asesor (en realidad y en
virtud de instrucciones secretas, auténtico tutor) del jo-
Terminada su comisión, emprendió regreso a España
ven Juan de Austria, que acababa de ser nombrado «Ca-
para participar en la campaña contra la sublevación de
pitán General de la Mar» en sustitución de García de
los moriscos granadinos. A este fin embarcó tropas de
Toledo.
los Tercios españoles de Italia, aunque tras hacer escala
Requesens salió de Roma en los primeros días de enero
en Génova, el 18-19 de abril la flota fue dispersada en el
golfo de León por una tempestad, hundiéndose algunas
de 1568, pasó por su casa de Barcelona, y llegó el 12 de
galeras y yendo a parar las demás a los lugares más dis-
febrero a Madrid, donde fue también nombrado miem-
137