III -- Otros episodios de una vida
Por otra parte, parecía que el Secretario de Estado Juan
­así se decía­, al sobreesfuerzo que la Secretaría de Gue
de Idiáquez estaba dispuesto a ceder su cargo a su primo
rra había supuesto para una persona con débil salud
Francisco. Así sucedería en efecto, pero al año siguiente,
como era Eraso: «es oficio muy trabajoso para quien
en 1587, cuando Idiáquez traspasó su Secretaría a sus
trae tan quebrada salud», había escrito premonitoria-
parientes Francisco ­negocios de Italia­ y Martín ­ne-
mente en noviembre de 1585 un antiguo Secretario de
gocios del norte de Europa­.14
Guerra ( Juan Vázquez de Salazar, que lo fuera en
1567-1570)15 ­y efectivamente algo debía haber de cier-
Ese mes de marzo de 1586 el nombramiento de Zavala
to, pues Eraso apenas resistió tres meses con vida en el
como Secretario de Guerra de Su Majestad se daba por
puesto­.
hecho en la Corte. Así lo dejó consignado Gabriel de
Zayas deseando, con cierto gracejo, que a Zavala y a
Resulta curioso, por cierto, que la persona finalmente
designada para el cargo (junio de 1586), Andrés de Pra-
Francisco de Idiáquez les hicieran buen provecho sus
da, tuviera un curriculum vitae notablemente semejante
empleos, pues lo iban a necesitar visto el ingente trabajo
al de Domingo de Zavala: secretario de Juan de Austria
que les esperaba («no comerán el pan de balde») (cfr.
a partir de 1568 (como Zavala lo había sido de Luis de
Apéndice VIII).
Requesens), y Secretario de Estado y Guerra del Go-
Cabe pensar, dicho sea de paso, que Juan de Idiáquez
bierno general de los Países Bajos en 1578-1580 al co-
estaba de acuerdo con Juan de Zúñiga respecto el nom-
mienzo del mandato de Alejandro Farnesio16 (como Za-
bramiento de Zavala, porque no parece que esta opera-
vala lo había sido en 1573-1575 en la época del Co-
ción pudiera cobrar cierto vuelo como cobró, sin el res-
mendador Mayor). Un perfil que Fernández Conti atri-
paldo del no menos influyente Idiáquez, que ejercía una
buye al deseo de buscar en ese momento «técnicos espe-
intervención muy directa en estas materias (de hecho, el
cialistas en sus materias respectivas, con amplia expe-
recientemente fallecido Secretario de Guerra Antonio
riencia sobre el terreno, y que, por otro lado, no acumu-
de Eraso había ocupado este cargo por la recomenda-
laran más puestos en la administración». Este perfil se
ción y bajo la protección de Idiáquez). Es sabido, por
diferenciaba del tipo de burócrata generalista y poliva-
otro lado, que Idiáquez y Zúñiga mantenían entre sí
lente de larga trayectoria en variados órganos cortesa-
unos vínculos muy estrechos. Sin embargo, Domingo
nos, que había sido habitual hasta entonces.17 Tres su-
de Zavala se apresuró a escribir desde Mula a su protec-
puestos, aquéllos, que se cumplían perfectamente tanto
tor Zúñiga rehusando el cargo que ya públicamente se
en el caso de Andrés de Prada como en el de Domingo
le atribuía, afirmando que se hallaba con poca salud
de Zavala.
como resultado de sus indisposiciones pasadas ­en refe-
rencia a sus heridas de Lepanto­ y que ello redundaría
No por todo lo anterior, sin embargo, se vio libre Zava-
en «menor trabajo del que pudiera», y que estaba con-
la durante estos largos años de emprender algunos via-
tento y satisfecho con el empleo de que disfrutaba (cfr.
jes, tanto a Madrid, como a Benavente (Zamora) donde
idem). Zavala se mostró aquí como persona avisada y
residía su señora doña Mencía. Ello, sin olvidar los que
prudente, pues no en vano Antonio de Eraso acababa
por propia iniciativa realizó a Villafranca para atender los
de fallecer en el cargo debido, cuando menos en parte
asuntos de su hacienda y la construcción de su palacio.
Juan de Zúñiga y Requesens
El fallecimiento de Luis de Requesens (marzo de 1576) no supuso el fin de los servicios
de Domingo de Zavala a la familia Requesens-Zúñiga, ya que el guipuzcoano continua-
ría bajo la protección de Juan de Zúñiga y Requesens1 hasta la muerte de éste en no-
viembre de 1586.
Zúñiga nació circunstancialmente en Valladolid ­donde se hallaba en ese momento la
Corte­ en 1537; el dato del nacimiento en Valladolid llevó a pensar que Juan de Zúñiga
era castellano, pero conviene aclarar que el personaje fue y se consideró a sí mismo
como catalán.2 Era hermano menor de Luis de Requesens y Zúñiga (la diferencia en el
orden de los apellidos se debía a lo establecido en las cláusulas del matrimonio de sus
padres, dando prioridad en el primogénito al apellido Requesens). ­Sobre los orígenes
familiares y sociales de los dos hermanos Requesens-Zúñiga, cfr. supra, epígrafe 3.2
Como ya sabemos, reemplazó a su hermano Luis en la embajada de Roma (1568-1579),
desempeñando un papel relevante en la negociación de la «Santa Liga» con el Papa Pío
V y Venecia (1570-1571). Juntamente con su amigo el Cardenal de Granvela, ejerció
durante largos años como el verdadero director de facto de toda la política española en
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