3.3. Gobernador del señorío de los Vélez
... ... ...
Italia.3 En noviembre de 1579 pasó a ser Virrey de Nápoles, cargo que ejerció hasta
diciembre de 1582.
Se instaló en la Corte en 1583, como miembro de los Consejos de Estado y de Guerra,
a lo que pronto uniría importantes empleos en la propia Casa Real, como Ayo ­precep-
tor­ y Mayordomo mayor del príncipe Felipe (futuro Rey Felipe III), desde octubre de
1584, y asimismo Mayordomo mayor de las Infantas, desde enero de 1585.
Zúñiga era desde 1556 Comendador de Montealegre, una encomienda de la orden de
Santiago radicada en el área de Toledo. En 1575 pasaría a disfrutar de la condición de
Comendador de Caravaca de la Cruz (Murcia). Mejoraría sensiblemente en su nivel de
rentas cuando en 1578 el Rey le confió la dignidad de Comendador Mayor de la orden
de Santiago en Castilla, tras el fallecimiento de su hermano Luis y del hijo de éste
(llamado también, por cierto, Juan, y que apenas tuvo tiempo de disfrutar de la misma,
al morir muy poco tiempo después que su padre; el joven Juan fue nombrado Comen-
dador Mayor en 1576 y falleció al año siguiente4); encomienda que, como ya sabemos,
tenía su cabecera en Villarejo de Salvanés y propiedades en diversos lugares del área de
Madrid y del Campo de Montiel (Ciudad Real).
Ostentaba también el título de Príncipe de Pietra-pretia, por su matrimonio con la
dama italiana Julia Barresi.
Zúñiga era uno de los miembros más influyentes de la Corte (y con excelentes perspec-
tivas de futuro, dada la elevada estima que le profesaba el Rey), cuando el 17-11-1586
falleció en el Alcázar Real de Madrid, con sólo 49 años de edad ­tan prematuramente
como lo había hecho su hermano Luis, éste con 47 años­.
Juan de Zúñiga ha merecido de la historiografía la misma consideración positiva ­de
hombre con buen sentido, inteligencia y alta capacidad política­ que su hermano Luis
de Requesens (véanse opiniones sobre ambos hermanos en el epígrafe 3.2., cuadro «Al-
gunos juicios sobre la personalidad de Luis de Requesens»). En esta línea, Gregorio
Marañón ­tan crítico, como es sabido, con otros personajes del reinado de Felipe II­
afirmó de Zúñiga que «era la cordura misma».5
No debe confundirse a este Juan de Zúñiga y Requesens (1537-1586), catalán, con su
primo castellano Juan de Zúñiga-Avellaneda y Bazán, conde de Miranda del Castañar.
Este último fue Virrey de Cataluña en 1583-1586 y de Nápoles en 1586-1595 (el mis-
mo cargo que ocupara Juan de Zúñiga y Requesens en 1579-1582), presidente del
Consejo de Italia (1596-1600), y prosiguió su carrera durante el reinado de Felipe III.
1
Los mejores apuntes biográficos que conocemos de la vida de este personaje, son los de Zabál-
buru (1887), pp. VII ­ XXX, y Martínez Millán y Carlos Morales (1998), pp. 519-521.
2
Hemos visto en el archivo Requesens («Arxiu del Palau») una carta del propio Juan de Zúñiga
en la que dice preferir un trozo de Cataluña a todas las riquezas de Castilla. No obstante, es
sabido que su padre (Juan de Zúñiga y Avellaneda) era castellano, y que los Requesens-Zúñiga
barceloneses estaban en buenas relaciones con sus primos castellanos, los Zúñiga de la rama
de los condes de Miranda. Por otra parte, el mismo Juan de Zúñiga disfrutó a lo largo de su
vida de las rentas que le proporcionaban tres Encomiendas castellanas de la orden de Santia-
go: la Encomienda de Montealegre primero, la de Caravaca después, y la Encomienda Mayor
de Castilla por último.
3
Martínez Millán y Carlos Morales (1998), pp. 520-521.
4
Este era el «Juanico» casado en 1574 en Toledo con la hija de doña Luisa de la Cerda, lo que
fue origen de una dificultosa cuestión económica y fuente de continuos disgustos de Luis de
Requesens por las exigencias de su consuegra, como ya apuntamos al tratar la comisión de
Zavala en 1575. El 17-12-1577 el cuerpo del joven Juan, procedente de Toledo, sería ente-
rrado en la capilla del «Palau Menor» de Barcelona simultáneamente con el de su padre,
arribado desde Bruselas.
5
1960, p. 141.
149