III -- Otros episodios de una vida
No obstante, tanto el obispo de Almería como el pro-
estaban duchos en tales técnicas agrícolas, con la con-
pio Luis Fajardo salieron en defensa de estos moriscos
siguiente merma de la productividad agraria.
de Vélez Blanco, afirmando que no se habían levanta-
- El segundo problema lo constituían los frecuentes en-
do en armas, en vano. Hay que señalar en este sentido
contronazos y litigios de los concejos y vecinos con el
que el II Marqués, siendo como fue sumamente beli-
Marqués y sus autoridades, una cuestión ­como ya he-
gerante en las medidas a aplicar contra los sublevados
mos apuntado­ de carácter endémico. De todas las lo-
de las Alpujarras, había mantenido sin embargo bue-
calidades del Marquesado, la más conflictiva desde el
nas relaciones con sus propios moriscos, tan provecho-
punto de vista de las relaciones entre los vecinos y las
sos para la agricultura local, e hizo afirmaciones muy
autoridades señoriales fue siempre, precisamente, Mula.36
enérgicas, no sabemos hasta qué punto sinceras o sim-
Cuestión especialmente controvertida era la designación
plemente interesadas, sobre su lealtad.33
por el Gobernador de los alcaldes ordinarios, regidores,
La decisión Real de octubre de 1570 no fue del agrado
y demás oficios de los pueblos, que el Marqués reclama-
de Luis Fajardo, pues obviamente le causaba, y efectiva-
ba paracomo uno de sus derechos, y que le era nega-
mente le causó, un considerable perjuicio económico.
da por diversas localidades, constituyendo una fuente
Dentro de los estados del Marqués, los moriscos consti-
crónica de conflictos (consideraba que había alguna ex-
tuían una gran parte de la población de su comarca alme-
cepción como los cargos destinados específicamente a
riense (en Vélez Blanco, por ejemplo, los moriscos eran
la defensa del interés del vecindario ­procuradores sín-
mayoría34), no así en su comarca murciana, donde eran
dicos, personeros del común, etc­).
relativamente escasos (así, en Mula la pequeña pobla-
En el caso de Mula, el pueblo consiguió que sus dos
ción morisca local se vio aumentada con un moderado
alcaldes ordinarios y sus regidores siguieran siendo ele-
contingente expulsado de Vélez Blanco, pero aun así no
gidos por los vecinos, pero ello no evitó abundantes ro-
pasaron de ser el 10% de la población local35).
ces entre el concejo y vecindario por un lado y las auto-
La gran riqueza agrícola de la comarca almeriense de
ridades del Marqués (el Gobernador y el Alcalde Ma-
los Vélez, que incluía fértiles tierras de regadío, sufrió
yor) por otro. Fueron un ejemplo los habituales conflic-
un duro golpe con esta expulsión de su población
tos de competencia entre los dos alcaldes ordinarios y el
Alcalde Mayor.37 Mula había sido villa de realengo has-
morisca hacia el interior de la Península, pues la repo-
blación obviamente no fue de un día para otro, con-
ta 1430, con derecho a nombrar los integrantes del con-
llevó un tiempo considerable y se tuvo que hacer con
cejo, y en 1527 la Chancillería de Granada le confirmó
una heterogénea suma de «cristianos viejos» que no
en la posesión del mismo, sin perjuicio por supuesto de
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