3.6. La vida familiar y el mayorazgo
En definitiva, fue probablemen-
3.6.
La vida familiar en Villafranca de Ordizia.
te en estos primeros años de su
regreso en España, en 1576 y si-
Fundación del mayorazgo Zavala.
guientes, cuando más pudo
acercarse a su pueblo, y ello po-
Retiro y fallecimiento
siblemente porque la naturale-
za de las tareas que en ese mo-
mento realizaba en Madrid, al servicio particular de los
Viajes a Villafranca y estancias
Requesens-Zúñiga, no demandaba una presencia tan
continuada en la capital.
Vimos en su momento (epígrafe 2.2.) cómo después de
varios años de ausencia de España, a fines de mayo de
Recordemos que Zavala sería jubilado del Consejo y
1575 Domingo de Zavala salía de Flandes ­vía Milán,
Contaduría Mayor ­conservando, con carácter vitali-
Génova y Barcelona­ con destino a Madrid, donde lle-
cio, su salario y honores­ el 2-7-1603, a la edad de 67
gó en la segunda mitad del mes de julio, comisionado
años, aunque sabemos que desde un tiempo antes, en
por el Gobernador general de los Países Bajos Luis de
virtud de su avanzada edad y de diversos achaques físi-
cos, venía ya residiendo en Villafranca largas tempora-
Requesens ante el Rey Felipe II.
das con la correspondiente licencia, ya que en efecto
En febrero de 1576 tuvo Zavala la primera oportunidad
consta que, cuando menos, entre enero y abril de 1602
en mucho tiempo de acercarse a su villa natal para aten-
se encontraba en su villa natal.
der sus asuntos personales, momento en el cual le halló
la muerte de su señor acaecida en Bruselas el 5 de mar-
Este retiro de Don Domingo en Villafranca, que pare-
cía ya definitivo, quedaría suspendido por su marcha a
zo.
Sevilla en enero de 1605, ciudad de la que no empren-
No tardaría mucho tiempo en volver a la Corte: el 8 de
dería regreso hasta abril de 1613, camino de su, esta vez
mayo se ponía de nuevo en camino hacia Madrid, esta  sí,
postrero retiro en su villa natal, a la edad de 77 años.
vez como agente par ticular de la familia Reque-
sens-Zúñiga para la ejecución del testamento del difun-
De manera que desde su salida de Villafranca en 1548,
to Comendador Mayor (cfr. epígrafe 3.3. y Apéndice IV).
a los 12 años de edad, Domingo de Zavala no residió,
propiamente hablando, con carácter estable, en su pue-
Con su breve estancia en Villafranca en esta primavera
blo más que por dos breves períodos, entre 1603 y ene-
de 1576, Zavala iniciaba lo que será su costumbre habi-
ro de 1605 el primero, y desde finales de la primavera
tual en adelante, hasta su muy tardía jubilación ya en el
de 1613 hasta su muerte en noviembre de 1614, el se-
siglo XVII: residiendo siempre fuera de Guipúzcoa, no
gundo. Todo lo cual no impidió, sin embargo, su palpa-
dejará de acercarse periódicamente a su villa de origen ­
ble preocupación por mantener las periódicas visitas que
siempre con la pertinente licencia de sus señores o del
estamos apuntando.
Rey­ para atender sus asuntos familiares, su hacienda, y
muy pronto, el inicio de la construcción de su palacio.
Su matrimonio
De hecho, ya en diciembre del mismo año 1576 volvió
a repetir viaje a Villafranca, y a principios de marzo de
Volviendo a la primera de ellas, todo indica que entre
1577 se hallaba nuevamente de vuelta en Madrid. Se
los intereses personales atendidos por Zavala en aquella
disculpaba ante su señora la viuda de Luis de Requesens
estancia de febrero/marzo a mayo de 1576 en Villafran-
por su tardanza ­«aunque tardé algunos días más de los
ca, había uno de especial importancia: su matrimonio.
que pensé, suplico a Vuestra excelencia me lo perdone,
En efecto, el año anterior, concretamente el 3-6-1575,
que si bien se mira, no es mucho que un hombre esté en
«estando Domingo de Zavala en los Estados de Flan-
su casa tres meses al cabo de veinte y nueve años».
des, por Secretario del Comendador mayor», sus deu-
Igualmente, en diciembre de 1577 inició una nueva es-
dos en Villafranca convinieron en su nombre el futuro
tancia en su villa, durante la cual, por cierto, estuvo se-
enlace, llegando a un acuerdo formal con los represen-
riamente enfermo.
tantes de Magdalena de Arrúe y de su abuelo Juan Ló-
pez de Arrúe. La novia aportaría la casa y mayorazgo de
No quiere ello decir que sus viajes a Villafranca siguie-
Arrúe, mientras que, a su vez, la parte de Don Domin-
ran en adelante, ni mucho menos, esta tónica anual,
go se comprometía a que éste pagaría la reconstrucción
tanto menos estando ocupado en destinos tan alejados
de algunos de los caseríos de la hacienda de Arrúe que
de Guipúz coa como el señorío de los Véle z en
estaban caídos, y asimismo, la dote de Leonor de Arrúe
Murcia-Almería (1583-1594) o en puestos de servicio
(hermana menor de Magdalena).1 Con estas condicio-
al Rey tan encumbrados como la Contaduría Mayor de
nes se otorgó la correspondiente escritura de capitula-
Hacienda (Madrid, 1594-1603), el Consejo de Hacien-
ción en forma, y con arreglo a ellas se produjo efectiva-
da (idem, 1600-1603), o la Hacienda Real de Sevilla
mente el casamiento.
(1605-1613). Pero tales aproximaciones a su tierra na-
No sabemos cuándo tuvo lugar exactamente la boda,
tal siguieron produciéndose de vez en cuando, como
aunque es más que previsible que tuviera lugar precisa-
hemos podido ir viendo.
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