Apéndices documentales
El cual dicho traslado va cierto y verdadero con la dicha
denes, lo signé y firmé en Valladolid a veinte y tres días
certificación original que queda en poder del dicho señor
del mes de junio de mil y seiscientos y tres años, siendo
Domingo de Zavala. Y en fe de ello yo Bernabé Crespo
testigos Diego Ruiz Angelo y Juan Martínez de Arriola,
escribano del Rey nuestro señor, que sirvió el oficio de
estantes en esta Corte. En testimonio de verdad, Bernabé
Francisco de Hoyos escribano de su Consejo de las Ór-
Crespo, escribano.
(Tenor literal)
veinte i una pieças de artillería de bronze, es a saver:
Este es treslado vien y fielmente sacado de una certiffi-
tres cañones de cruxía, los dos con las armas de Secilia y
cación y declaración original del señor don Juan de Aus-
el uno con las del príncipe Andrea Doria, que a lo que
tria, que santa gloria aya, firmada de su mano y sellada
se entendió fueron perdidas en las jornadas de la Pre-
con su sello, y refrendada de Juan de Soto su secretario,
viça y los Guelbes; y las nueve sacres, todas con las ar-
escripta en pergamino, que su thenor della es como se
mas de la sacra relixión de San Juan; y las honce restan-
sigue.
tes, medios sacres y falconetes, parte con las armas del
Don Juan de Austria por la S.C.R.Md.
Sereníssimo Céssar enperador Masimiliano, y parte con
Capitán general de la mar y de la Santa
unos fuegos y lunas. Asimismo entregó doscientos y vein-
Liga etc.
te y siete crisptianos, y entre ellos diez sacerdotes, frailles
Por quanto en la memorable batalla que el domingo
y clérigos que heran cautivos de turcos y vogavan al remo,
siete de octuvre deste presente año tuvimos en el mar
a los quales unos y otros hemos mandado dar livertad. Y
de la costa de Albania, entre el golfo de Lepanto y
más ciento y noventa y seis turcos vivos, porque los de-
las yslas Cuchulares, la armada de la Sancta Liga,
más murieron, y veynte y siete mugeres griegas y ve-
que consistía en ciento y noventa y ocho galeras rea-
nezianas que los turcos avían cautibado en las tierras de
les y seis galeaças, con la Armada del Turco, que he-
venezianos, y quatro canpanas de metal de differentes
ran doscientos y quarenta y ocho galeras reales, y
tamaños que heran de Corfú y otras tierras donde los
quarenta y ocho galeotas de Argel, Bona y Monaste-
dichos turcos saquearon y derrivaron los tenplos santos y
rio, de que subcedió después de derramada mucha
lugares píos. Y aunque el premio de tan grande y nota-
sangre aquella tan maravillossa vitoria, que se deve
ble servizio sea de esperar de sólo Dios nuestro Señor y
reconocer como yo la reconozco de sola la mano de
del Rey mi señor, hemos querido de nuestra parte hacer
Dios, para vien uniberssal de su Yglessia y de toda la
la demostración que podemos y se nos permite, con ha-
Crisptiandad, se halló Domingo Martínez de Çava-
ver dejado escojer al dicho Çavala un turco desque él
la y Arramendía, que sirve a su Magestad cerca de
prendió, para que lo tenga por suyo y se sirva dél por
nuestra perssona en tener los libros de la mar que
joya nuestra y memoria desta memorable vitoria de que
nos toca como Capitán general della, por capitán de
tanta parte cave y tiene el dicho Domingo de Çavala. Y
la galera Granada de España, patrona de las del Co-
para aprobación de todo ello dimos esta nuestra decla-
mendador mayor de Castilla, el qual nos consta por
razión y certifficación, firmada de nuestra mano, sella-
cierta ciencia y vista ocular, que haviendo sido el di-
da con nuestro acostunvrado sello, y refrendada del se-
cho día envestida su galera por cinco turquescas, to-
creptario ynfraescripto, en esta galera Real surta en el
das mayores que la suya, peleó con todas ellas con
puerto de Meçina de la ysla de Sicilia, a quinze días del
tanto valor, ánimo, y destreza desde el punto de
mes de novienvre de mil y quinientos y setenta y un
mediodía asta las seis de la tarde que fue nuestro Se-
años. Don Juan. = Por mandado del señor don Juan,
ñor servido, que haviéndosele entrado muchas vezes
Juan de Soto.
los turcos en su galera y matado mucha gente, los
El qual dicho treslado va cierto y verdadero con la di-
rebotó y echó fuera della otras tantas vezes, con tan
cha certifficación original que queda en poder del dicho
ánimo y aventajado valor que de las cinco galeras
señor Domingo de Çavala. Y en fe dello yo Vernavé Cres-
tomó y prendió las tres, y las dos se contentaron de
po scrivano del Rey nuestro señor, que sirvió el officio de
yrsse después de tener muerta la mayor parte de su
Francisco de Oyos scrivano de su Consejo de las Hórde-
jente. Y porque de un echo tan peregrino como ven-
nes, lo signé y firmé en Valladolid a veinte y tres días
turoso quede ynmor tal memoria, hemos querido
del mes de junio de mil y seisscientos y tres años, siendo
hacer esta declarazión y certifficar que recivió este
testigos Diego Ruiz Angelo y Juan Martínez de Arriola,
dicho día veynte y siete heridas, todas ellas notables,
estantes en esta Corte. En testimonio de verdad, Ber-
pero las cinco lo fueron tanto que, según la declara-
navé Crespo, scrivano.
zión de los cirujanos que lo curaron, fueran morta-
les en otro subjeto. Allende certificamos que por
horden nuestra entregó las dichas tres galeras turques-
cas que tomó, a los officiales de esta Santa Liga, con
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