Domingo de Zavala. La guerra y la hacienda (1535-1614)
Carta de Domingo de Zavala al Rey Felipe II, Madrid 12-12-1575.
(Archivo General de Simancas, Estado, legajo 564, nº 5).
(Texto adaptado en su ortografía).
S.C.R.Md. [Sacra Católica Real Majestad].
Suplico humildemente a Vuestra Majestad (...) sea servi-
Muchas veces he traído a la memoria de Vuestra Majes-
do de mandar socorrer al Comendador Mayor de dine-
tad la necesidad de dinero con que el Comendador Ma-
ros por medio más breve que el de las zabras ni galeras,
yor se halla, y cuánto ha venido a ser mayor después que
para tener con qué entretener aquel ejército (...), y no lo
a los hombres de negocios se han quitado las consigna-
haciendo, ni el Comendador Mayor milagros, que no
ciones, por haber con esto perdido el crédito con que
los hará, tenga Vuestra Majestad por cierto que se ha de
hasta ahora se han conservado aquellos estados, y suplica-
descomponer todo lo de Flandes, porque la gente de gue-
do a Vuestra Majestad, últimamente a los 22 y 31 de
rra caminará a su voluntad, con que se dará bastante oca-
octubre y 17 del pasado, fuese servido de mandar que
sión al país obediente para desvergonzarse, y a los rebel-
por una vía o por otra fuese el Comendador Mayor so-
des para extenderse (...). Pero algunos de los ministros de
corrido en esta necesidad, y representándole algunos de
Vuestra Majestad cuando les solicito esta provisión, me
los muchos inconvenientes que de no hacerlo brevísima-
responden que ellos representan a Vuestra Majestad me-
mente, podían resultar. Como también el Comendador
dios muy honestos para este fin, y que Vuestra Majestad
Mayor lo ha escrito y significado a Vuestra Majestad en
no se satisface de ellos. Plega a Dios que no suceda el
todas sus cartas, hasta decir que si no es proveído brevísi-
juicio que el Comendador Mayor se hace, sino próspera-
ma y extraordinariamente, se tenga aquello por perdido.
mente el que Vuestra Majestad debe hacer, que con esto
Con todo lo cual veo que los ministros de la hacienda de
se le cumplirán a él sus deseos, y con hablar tan claro y
Vuestra Majestad no han hecho provisión ninguna de nue-
hacer lo que fuere, en sí habrá cumplido [el Comenda-
vo.
dor Mayor] con su obligación. Y aunque hasta ahora le
[Siguen detalles sobre las provisiones de dinero prometi-
he dado yo grandes esperanzas de la voluntad con que
das y todavía no cumplidas. Entre ellas: ] (...) Los 150
Vuestra Majestad va acudiendo a lo de allá (como es así),
mil escudos en las zabras que será posible que no lleguen
no sé las que le podré escribir de aquí adelante, por la
en los meses de enero y febrero, aun sin sucederles con-
remisión que veo, y para mi descargo, sino enviarle copia
traste, según los inconvenientes que cada día se ofrecen
de este papel y de otros por donde he representado a
por la mala maña que se dan los ministros que las despa-
Vuestra Majestad sencillamente lo que entiendo, pues es
chan, o quizá por la poca gana con que ellos y la gente de
llegado el tiempo en que no es justo que yo le encubra
mar sirve. Y los 100 mil restantes en las galeras, que de
nada.
aquí a que hagan su viaje, y se ponga el dinero en Milán y
[Siguen detalles sobre la situación de la Hacienda del ejér-
se sirva de él el Comendador Mayor, pasarán muchos
cito de Flandes] (...) No hay crédito en aquellos estados
meses.
con quien el Comendador Mayor pueda negociar. Por
Por donde se vé bien claro que si Vuestra Majestad no
manera que por esta vía no puede ayudarse (...). Y los
manda hacer alguna provisión extraordinaria y brevísi-
soldados [están] tan mal pagados que se les debe el suel-
ma, sucederá indubitadamente lo que el Comendador
do de muchos años (...).
Mayor dice. Pues hallándose sin dinero, sin crédito y sin
Ha de sentir el Comendador Mayor mucho más la falta
otra esperanza de socorro, será fuerza que la gente de gue-
del Veedor general y las demás personas para [tomar] las
rra sea sustentada por los burgueses en sus presidios, y la
cuentas del pagador y auditor general, por [las] que tan-
que está en los fuertes y otras infinitas plazas fuera de
tas veces ha suplicado a Vuestra Majestad y yo en su nom-
poblado, que lo abandonen y desamparen todo, derra-
bre. Y él nunca entendió que para lo que redundaba sólo
mándose por el país a robar y buscar de comer ; el cual
en servicio de Vuestra Majestad era menester hacer tanto
aunque ha padecido grandes trabajos en esta guerra, reci-
oficio, y así se contentaba con representar a Vuestra Ma-
birá éste por el mayor, por hallarse tan cansado y pobre, y
jestad la necesidad y decir su parecer como su ministro.
según se puede juzgar del ánimo y desesperación del pue-
Pero ahora me ordena que siendo necesario importune a
blo, se debe temer alguna nueva alteración, pues ha de
Vuestra Majestad hasta que sea servido de tomar en ello
sentirse esto generalmente en todo el país (...). Y las ar-
resolución. Suplico a Vuestra Majestad considere la falta
madas no pudiendo ser entretenidas se desharán, con que
con que el Comendador Mayor se halla de personas (...),
el enemigo tornará bien fácilmente a lo que estaba al prin-
que por esta causa ni en la hacienda ni [en la] justicia se
cipio de este verano, y aún se mejorará pues no hallará
pueda poner orden.
con el desorden de la gente defensa ninguna, antes mu-
cha ayuda de los que en el país obediente no desean quie-
tud (que deben ser muchos).
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