Domingo de Zavala. La guerra y la hacienda (1535-1614)
La restauración ya mencionada de la iglesia parroquial,
Núñez Delgado, todo un innovador, pertenece a un gru-
deparó a Guipúzcoa la sorpresa de saberse poseedora de
po de artistas que, manteniendo la estética del manie-
una sus mejores joyas escultóricas, desconocida, sin em-
rismo tardío (figuras de cuerpos atléticos, de elegante
bargo, de modo extraño a lo largo de tres siglos y me-
compostura e idealizada belleza) logran introducir los
dio. Porque, además, tras fecundas averiguaciones reali-
primeros efectos de la sensibilidad naturalista barroca
zadas por don Joaquín Bermejo, tenemos la total certe-
en la captación de las emociones. Las fórmulas artísticas
za de que el Cristo de Zavala es obra de Gaspar Núñez
por ellos acuñadas serán la base sobre la que desarrollará
Delgado, uno de los colosos de la imaginería sevillana.
su personal estilo la figura máxima de la escultura ba-
Y en el taller de éste entró a trabajar Juan Martínez Mon-
rroca andaluza Juan Martínez Montañés.
tañés, el cual dijo de su compañero lo que para éste en-
Puede decirse que el sentido poético de la imaginería
traña autorizado y laudatorio juicio: «Se obligó a labrar
andaluza comienza con Núñez Delgado, cuya obra se
un crucifijo de marfil...... y declara que lo hará de he-
extiende desde1581 a 1606. Su maestría en el dibujo y
chura idéntica a lo que ha hecho Gaspar Delgado a otras
anatomía encomiendan igualmente con justicia los ar-
personas».4
tistas contemporáneos. Una de las obras más hermosas
Estas referencias y otras que, como se verá, arrojan mu-
de toda la imaginería andaluza es la maravillosa imagen
cha luz, nos las proporciona Celestino López Martínez
de San Juan Bautista del convento de San Clemente de
en su obra «Descendientes de Colón y Hernán Cortés y
Sevilla, policromada por Francisco Pacheco suegro del
el Templo de la Madre de Díos de la Piedad.»Este escri-
genial pintor Velázquez.
be: «Pocos templos de Sevilla conservan retablos y escul-
Núñez Delgado fue el primero que colocó el interés esté-
turas de tanta belleza y majestad...» Y describiendo con
tico en el dramatismo de la expresión, en hacer sus Cris-
encendido elogio dichos retablos y esculturas los atribu-
tos criaturas exhalantes de agonía y de angustiosa invoca-
ye «al maestro escultor Gaspar Delgado...quien a partir
ción al Padre. Y en su concepción del Crucificado pode-
de 1584 firma con el apellido materno y se nombra Gas-
mos encontrar también un antecedente muy preciso de
par Núñez Delgado».5
los Cristos de Martínez Montañés.
Extraordinario escultor, como se ve, compañero digno,
De enorme interés por la huella que dejaron son sus tres
como se ha visto, de Martínez Montañés, ¿en que se
Crucificados de marfil: uno en Méjico (1585); otro en
basa don Joaquín Bermejo para atribuir a Núñez Del-
el Palacio de El Pardo (Madrid) que procede del Mo-
gado el Cristo de Zavala? Hay una coincidencia suma-
nasterio de Santo Domingo de Porta Coeli de Sevilla
mente significativa, en la actuación de dos artistas.
(1589); y otro en la colección María Bouzá fechado en
1599, que nos revelan un primoroso escultor. En su re-
Existe en la capilla a que venimos refiriéndonos un gran
ducido tamaño se hallan trabajados con el más menudo
cuadro del martirio de ruedas de Santa Catalina, que
y acariciado modelado, incidiendo en todos los relieves
por su firma se sabe que es de Juan Gui Romano. De él
musculares, resaltando la anatomía, pero sin dureza, en
López Martínez dice: «La actividad del artista pintor Gui
un deslizarse las luces y las sombras con plástica belleza.
en el mencionado año (1608) fue extraordinaria, por-
que otorgaba una carta de pago a favor de Juan Pérez de
Este mismo patrón, es el que encontramos en el Cristo
Zubiarrain y cuantía de 600 reales por la hechura de un
de Zavala, que tras artística y delicada restauración rea-
retablo... acabado y entregado en el Monasterio de San
lizada por el artista donostiarra Pepe Rocandio, fue fija-
Francisco, capilla de los Vizcaínos en Sevilla.» Y más
do en la cruz, permitiendo contemplar la anatomía de
adelante: «Es lo cierto que Gaspar Núñez Delgado al-
gubia perfecta, la especial minuciosidad en el tratamiento
canza su mayor prestigio artístico en el decenio postrero
del rostro y su fuerte garra expresiva y el maravilloso
de su vida; a principios de 1600 se concierta con la Na-
policromado. Podemos admirar esta joya escultórica de
ción Vascongada, residente en Sevilla, para el retablo prin-
Cristo en la capilla inmediata a la sacristía de la iglesia
cipal de la capilla, que tenía en el Monasterio de San
parroquial.
Francisco de nuestra ciudad, y en especial la obra de
También la imagen de la Dolorosa de la capilla de Zavala
escultura del mismo... en el plazo de un año y precio de
se atribuye asimismo a Núñez Delgado. Destaca la ex-
1.800 ducados».6
presividad de su rostro donde quedan reflejados con per-
¿Es aventurado pensar que Domingo de Zavala testigo
fección los sentimientos de angustia y dolor maternal.
de la labor de ambos artistas en la capilla que «Vizcaí-
José Hernández Díaz estima que la trascendencia y la va-
nos» y «Vascongados» en Sevilla, encargara a Gaspar
loración de la obra de Núñez Delgado acrecerá notable-
Núñez Delgado la escultura del Cristo cuando se sabe
mente cuando su producción sea investigada en profun-
que fue Gui Romano a quien pidió la pintura de Santa
didad y, por tanto, debidamente conocido.8
Catalina?
A mayor abundamiento de detalles, no se puede olvidar
que Núñez Delgado fue especialista en crucifijos y que
según recoge el ya citado López Martínez, «Núñez Del-
gado habla en su testamento de un Ecce Homo de barro
y un crucifijo grande de escultura.»7
284